Sobre el peligro que reviste construir ciudades con ideas revolucionarias
Era más fácil esconder los textos,
confesar que eres analfabeto,
que nunca habías leído a Neruda,
que jamás te interesaste por la poesía;
y reprimir tus ataques creativos
contemplando una hoja en blanco
mientras los cinco sentidos luchaban
por escribir versos de mala muerte…